Cruzar el Brooklyn Bridge es algo que tienes que hacer sí o sí en Nueva York. Es el puente más famoso de la ciudad y todo un icono, por lo que si no llegas a pisarlo va a ser como si te hubieras dejado una parte importante por ver… ¿y no quieres eso, no?
Pues sigue leyendo para conocer porqué es tan importante el Brooklyn Bridge y todo lo que necesitas saber antes de cruzarlo.
En este post encontrarás:
Sobre el Puente de Brooklyn…
El Puente de Brooklyn fue el primer puente en conectar Manhattan con Brooklyn, que por aquel entonces eran dos ciudades independientes.
Está considerado una obra maestra de la ingeniería del siglo XIX por el uso del acero en su construcción.
El arquitecto que lo diseñó fue John Augustus Roebling, que falleció durante las obras por un accidente laboral que se complicó. Tras su muerte, su hijo tomó las riendas del proyecto pero contrajo una enfermedad trabajando en los cimientos del puente bajo el agua (lo que se conoce como enfermedad del buzo) y fue la esposa de este último, Emily Warren Roebling, quien para sorpresa de muchos terminó al frente hasta el final de las obras.
Finalmente se inauguró en 1883, fue durante mucho tiempo el puente colgante más largo del mundo y aunque en eso ya ha quedado desbancado, sigue siendo uno de los puentes colgantes más antiguos de EEUU.
¿Has oído hablar de la historia de los elefantes al cruzar el Brooklyn Bridge?
Muchos creían que el puente no iba a aguantar, unos días después se produjo una avalancha que provocó 12 muertos. Para disipar esos miedos que tenía la gente al cruzarlo, una compañía de circo que corría por allí tuvo la brillante idea de hacer cruzar a una manada de 21 elefantes de un lado al otro del puente… El Brooklyn Bridge no se derrumbó y la gente pareció quedar convencida.
Algunos datos curiosos:
- El diseño original estaba pensado para que por aquí cruzaran carruajes y tramvías.
- Antes del puente la gente solo podía llegar de una orilla a otra en ferry. Cuando se inauguró todos los transeúntes tenían que pagar 1 penique de peaje.
- Su nombre original fue New York and Brookyn Bridge y después se lo cambiaron por East River Bridge. Desde 1915 es el Brooklyn Bridge.
- El puente de Brooklyn tiene 2 niveles, el inferior para los vehículos y el superior para los transeúntes y bicicletas.
- Hay 6 carriles para coches, 3 en cada dirección y cada día se calcula que pasan a diario unos 145.000 vehículos.
- En puente se han rodado millones de escenas de pelis y series, como Los Vengadores, Soy Leyenda, Spiderman o el Caballero Oscuro. Si quieres saber más sobre localizaciones te recomiendo que hagas este Tour de cine y tv en Nueva York.
Recomendaciones para cruzar el Brooklyn Bridge
Y ahora, vamos a hablar de la parte más práctica. ¿Cómo y cuándo cruzar el Brooklyn Bridge?
- El momento más bonito para cruzar el Puente de Brooklyn es durante la puesta de sol. Pero también es cuando está más concurrido, así que si no quieres aglomeraciones es mejor ir en otro momento del día.
- No encontrar gente para cruzar el Brooklyn Bridge es casi imposible, pero a primerísima hora de la mañana como mucho puedes encontrarte a algún runner, no a muchos turistas. (Y cuando digo a primera hora me refiero muy pronto, no a las 9 o 9.30h…)
- Puedes cruzar el Brooklyn Bridge en bicicleta, aunque es un poco estresante porque deberás estar pendiente de no atropellar a ningún turista despistado que se mete sin mirar en el carril bici.
- Ya sé que lo normal es cruzar el Brooklyn Bridge de Manhattan hacia Brooklyn, pero si lo haces al revés tendrás el Skyline de Manhattan de frente.
- Antes o después de cruzar el Puente de Brooklyn aprovecha para visitar el Brooklyn Bridge Park y DUMBO.
- En la orilla de Manhattan muy cerca del Brooklyn Bridge tienes el barrio de South Street Seaport District y el World Trade Center.
- Si quieres conocer mucho más te recomiendo hacer el Tour por el Puente de Brooklyn y el barrio de DUMBO. Disponible cada día y con guía de habla castellana.
- Déjate de postureo y de selfies… cada vez veo más gente que al cruzar el Brooklyn Bridge está más pendiente de la cámara que de las vistas y eso ¡es imperdonable!
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